Un despertador vintage en tu muñeca

Os presento un reloj de pulsera de carga manual equipado con alarma y fabricado en Suiza en torno a los años sesenta.

Este tipo de complicación relojera se remonta a 1914, fecha en la que la firma Eterna comercializa el primer modelo de pulsera con alarma, cuyo mecanismo había patentado seis años antes.

Un camino que seguirán otros fabricantes como Longines, Vulcain, Movado o Zenith, empleando diferentes mecanismos para lograr un sonido claro y nítido mediante el golpeo del martillo en la caja o en un gong / campana de resonancia. Investigan aleaciones especiales para construir esas partes metálicas y garantizar la mejor sonoridad, y también trabajan en la búsqueda de cajas más apropiadas en forma y diseño.

El auge de estas unidades llega, sin embargo, a partir de la década de los cincuenta cuando Jaeger Le Coultre saca al mercado su conocido modelo Memovox que aúna elegancia y funcionalidad. ‘La Voz de la Memoria’, con caja perforada, está considerado como el primer reloj de pulsera automático despertador y su concepto pronto fue imitado por otras firmas de gama media alta.

El reloj que hoy traemos a análisis fue fabricado por la marca Butex, perteneciente a la sociedad helvética Buttes Watch Company (BWC), que fue fundada en 1924 en el cantón de Neuchâtel y dedicada inicialmente a la venta de modelos de bolsillo.

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Se trata de un modelo chapado en oro y con la tapa posterior rematada en acero inoxidable. Viene con un armis a juego y muestra una esfera metálica, en color blanco / gris, que combina números arábigos e índices, acabados en dorado al igual que las agujas.

El anillo exterior está decorado con guilloché y presenta segundero central y una aguja de punta roja para fijar el despertador con exactitud gracias al círculo interior de dígitos azules que divide la hora en cuartos.

Lleva dos coronas situadas a las dos y las cuatro. La primera sirve para dar cuerda a la alarma y, tirando hacia fuera, fijar el despertador y activarlo, mientras que la segunda se emplea para cargar la máquina y ponerlo en hora.

La unidad, antimagnética y con la maquinaria montada sobre 17 rubíes, está equipada con el sistema Incabloc y lleva grabado en la esfera el nombre de la marca y las especificaciones técnicas, datos que se completan en el reverso con el número de serie y el contraste de calidad suiza.

Mide sin corona 3,8 centímetros de diámetro por 0,8 de grosor, pesa 82 gramos, viene con un cristal de plexiglás y el sonido del timbre de alarma es nítido y claro.

Este modelo, al igual que otros de características similares, puede servir de punto de partida para iniciarse en el coleccionismo de relojes de pulsera con función despertador, un campo muy entretenido debido a la gran variedad de marcas que lo desarrollan y a la extensa gama de modelos y acabados que es posible encontrar en el mercado vintage.