Durante años, en España, no se le ha dado la importancia debida al coleccionismo de carteles, afiches y programas de cine pese a que es un ámbito sumamente interesante y de gran relevancia como demuestra el hecho de que en otros países extranjeros se abonen millonadas por carteles raros, muy antiguos o de películas míticas para cualquier amante del séptimo arte.
Éste es un sector que ofrece además muchas posibilidades y, salvo que se sea muy sibarita, no exige desembolsar grandes cantidades de dinero. Existen colecciones especializadas en films de género o centradas en directores, actores, épocas, cartelistas… en fin un amplio abanico donde elegir.
Viene al caso esta reflexión porque la situación comienza poco a poco a cambiar en nuestro país y de unos años a esta parte se han celebrado exposiciones y homenajes que han reconocido el trabajo de artistas que realmente dedicaron sus energías a este área de diseño como podían haberlas entregado a otro sector y que nunca fueron reconocidos como tal, salvo honrosas excepciones.
Estamos hablando de personajes de la talla de Jano, Soligó, Montalbán o Mac, por citar a unos pocos. Gente que concebía el cartel como algo más que un reclamo publicitario para captar espectadores y creaba obras maestras que potenciaban aún más la calidad de la película o incluso podían llegar a enmascarar su falta de ella cuando uno veía esos vivos colores y esas escenas que remitían a unas horas de evasión satisfecha.
De hecho, muchos de estos creadores no se limitaron al cine y desarrollaron carreras como ilustradores, dibujantes o pintores demostrando que su talento podía adaptarse con éxito a otros formatos y salirse de los límites que rigen el cartelismo.
Uno de ellos fue Jano, gran caricaturista fallecido en los años noventa y autor de algunos de los carteles que se ven en las fotografías, que ganó fama a raíz de su cartel para el film de Berlanga ‘Bienvenido Mister Marshall’ y otro Mac, reconocido recientemente con una exposición de su trabajo en la Filmoteca Española que destaca, al margen de su talento, su capacidad para hacer evolucionar la estructura y composición del cartel y tratarlo como un todo, y su amor por la pintura y sus técnicas.
Pero no son ejemplos únicos; lo que demuestra el futuro de este tipo de coleccionismo, incluso no contemplado como afición sino con intenciones lucrativas ya que, con el transcurrir de los años, se valorará cada vez más esta especialidad del cartelismo y, sobre todo, se cotizarán los firmados por los referentes del género.
Los mismos que también suscribían muchas veces otras obras de arte en pequeño formato como son los programas de mano con sus formas diversas, sus curiosas maneras de presentar los mensajes, el uso del color o los troquelados tan atractivos para el experto como para el neófito.
En el enlace que aparece al final de esta página podéis encontrar una selección de algunos de los carteles que ahora mismo tenemos a la venta:
Hello. Thanks for the opinion. In the future publish another larger article and best built on the small size film posters that in Spain are called programs by hand. It is a very funny and attractive area. It is normal that you want to subscribe to the updates but don’t forget to visit me from time to time to see the videos that are not updated as entries for space problems. Strong greetings from Spain