El Coleccionista Ecléctico ha estado presente en las dos últimas ediciones del HangarMarket, un mercado alternativo y multidisciplinar, abierto al mundo vintage y los objetos antiguos y de segunda mano, que está centrado en la artesanía, la moda, el diseño, y las propuestas de emprendedores, innovadores, y artistas independientes.
Un espacio singular, lejos de las tradicionales ferias de antigüedades y coleccionismo, donde hemos expuesto, por primera vez presencialmente, parte del catálogo de nuestras tiendas online, amén de mostrar existencias nunca vistas en internet, para pulsar la opinión de un público heterogéneo, variado, y muy plural.
El certámen, creado a principios del año 2011 en la localidad castellana de Burgos, tiene lugar, el primer domingo de cada mes, en un edificio histórico rehabilitado y reconvertido, con fondos municipales, de antiguo hangar ferroviario (cochera de locomotoras) en centro de creación y formación musical- dotado con sala de conciertos y locales de ensayo para artistas residentes y foráneos-, que se transforma, cada treinta días, en un original rastro.
Una amalgama de cincuenta propuestas comerciales, a la manera de los famosos y transitados mercados londinenses de fin de semana, que, debido a su idiosincrasia, atrae a una clientela que combina ocio y compra.
Jóvenes seleccionando accesorios y complementos retro, coleccionistas de vinilos, libros y juguetes, matrimonios de mediana edad en busca de regalos navideños y objetos especiales, familias con niños pequeños pasando un día agradable, curiosos sin objetivo definido, negociantes a la caza de gangas, señoras mayores interesadas en bisutería antigua…
Oportunidades para contrastar la acogida a nuestros productos, siempre dirigidos a personas que quieren localizar una pieza de época para sorprender regalando.
Teníamos un poco de todo. Relojes de pulsera, bolsillo y mesa, broches vintage, artilugios y máquinas antiguas- un episcopio de la famosa casa alemana Ernst Plank, un gramófono francés de la década de los treinta, y una linterna mágica llamaron especialmente la atención-, plumas estilográficas, y juguetes españoles de los cincuenta y sesenta.
También despertaron mucho interés varios ejemplares de teatro de principios del siglo XX de autores nacionales- se vendieron casi todas las unidades-, los monederos de fiesta acabados en malla de plata, las piezas de decoración- apenas media hora nos duró un calendario manual de mesa en plástico de colores de factura sesentera-, y las graciosas máquinas de coser para el público infantil y juvenil.
Entablamos además, como suele ser habitual, buenos contactos para futuras ocasiones, recibimos algunos encargos muy específicos, y conversamos con un público que apenas conocía nuestra actividad online (las tarjetas volaron), lo que siempre supone un enfoque diferente y un reto atractivo.
Por otra parte, la organización del evento estuvo impecable- muy de agradecer la labor de los técnicos facilitando nuestra tarea de montaje y la eficaz gestión y coordinación desarrollada por Elisa Sanz- y además pudimos degustar unas ricas viandas, tanto en el bar del centro como a cargo de las simpáticas jóvenes alma de la tienda de alimentos ecológicos Masala.
Dos jornadas redondas aderezadas con buena música que esperamos repetir pronto.